La primera fotografía que se realizó bajo el agua fue en 1893. Louis Boutan, profesor de la Sorbona, tuvo la ocurrencia de intentar esta hazaña; ya para ello había construido una caja estanca con planchas de cobre. Ayudado por su hermano realizó unos orificios en esas planchas para colocar unas ventanillas que sirviesen como visor y objetivo. Dentro del ingenio colocó una cámara de la época que accionaba a distancia y también ideó un novedoso sistema de flash (oxígeno, alcohol y magnesio en polvo). Era un armatoste considerable, pero fue el primero en intentarlo.
Hoy en día tenemos dos formas de realizar fotos bajo el agua: o incorporamos una carcasa estanca a nuestra cámara o llenamos un tanque de agua gigantesco con nuestro motivo y lo fotografiamos desde fuera. Es lo que hacen en Urchin Rock y en Zena Holloway.
Es curioso que ahora los fotógrafos tengan que ser buzos:
Pero los resultados merecen la pena:
A ver si un día hago fotos de este estilo que simplemente me fascinan.